Fuente: La Tribuna
Como sacado de una película de ficción, en realidad existe un árbol que es capaz de producir 40 frutas a la vez. No es una especie nueva, sino en la técnica de injerto que consiste en el corte de brotes de un árbol de frutas de hueso, que incluyen melocotones, nectarinas, albaricoques y almendras; para después injertarlos a las ramas laterales de un portainjerto, asegurándolos con una cinta adhesiva, para que al final cicatrice y comience a dar brotes en su nueva rama, quedando como parte del mismo.
Este concepto fue diseñado por el profesor de arte de la Universidad de Syracusa Sam Van Aken, y hasta la fecha a colocado árboles en lugares públicos en las ciudades de Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania. En este proyecto se utilizan más de 250 variedades de fruta, siendo así que cada árbol tiene diferentes combinaciones, las cuales organiza en un esquema en donde planea el tipo de injerto de fruta va a cosechar, luego de establecer un patrón de tiempo de crecimiento entre las especies y cuando florecerán en relación a las demás.
Van Anken ha llevado años de paciencia en cuanto a la diagramación y planificación, para lograr que los árboles florezcan durante la primavera y el verano, siendo así que cada rama produzca sus propios frutos. Lo que inició como una obra de arte, dio como resultado en un proyecto de conservación de la diversidad de las frutas de hueso en distintas regiones de Estados Unidos.
El primer árbol fue plantado en el 2011, en propias palabras del artista, el mismo arte lo obliga a aprender del árbol y a trabajar con él a medida que crece.